- ¿Qué estás tomando, muñeco...?
- Cerveza mágica, contestó el caballero.
- Dale, no te hagas el interesante, ¿Qué estás tomando?
- De verdad, cerveza mágica, mirá. Y el hombre toma un trago, le da el vaso a la mujer y sale volando por todo el salón, da algunas vueltas y retorna al lugar que se encontraba la dama.
- ¿Como lo hiciste?, dice ella, - ¡Dale! ¿Dónde están los hilos...?
- No hay hilos ni trucos, es verdad, mirá! Tomando nuevamente un trago, sale volando, pero esta vez sale por una de las ventanas y entra por otra.
La mujer, totalmente fascinada por lo que sus ojos habían visto, le pregunta si "la cerveza mágica" haría efecto en ella.
-Si, por supuesto, respondió rápidamente el caballero. Mozo, por favor, sírvale un vaso de "cerveza mágica" a la señorita...
Y así fue como la señorita bebió un trago, salió corriendo, se tiró por la ventana y se estrelló contra el piso de la calle.
Al caballero se le esbozó una sonrisa de satisfacción y el mozo le dijo:
Superman, cuando te ponés
en pedo...¡¡¡ SOS UN HIJO DE PUTA...!!