Cierta vez, un Cura y una Monja regresaban hacia el convento.
Al caer la noche, vieron una cabaña en medio del camino y
decidieron entrar para pernoctar y proseguir el viaje al siguiente día.
Al entrar a la
cabaña, vieron que había apenas una cama de pareja.
El padre y la monja entraron y después de algunos segundos de silencio,
el padre dice:
Hermana, Usted puede dormir en la cama y yo duermo aquí abajo.
Y así hicieron. Mientras tanto, en medio de la madrugada la
hermana despertó al padre:
Padre !!! Está despierto?
El padre medio dormido:
Ja,? ! Ahhhh, hermana, diga que fue?
Ahhh .. Es que estoy con frío. Puede ir a buscarme una cobija?
Si hermana, con seguridad !!!
El padre se levantó, fue a buscar una cobija al armario y cubrió
a la hermana con mucha ternura..
Una hora después, la hermana despierta al padre
nuevamente:
Padre! !!... Todavía está despierto???
Que pasó Hermana ?. Y que sucede ahora?
Es que aun estoy con frío. Puede darme otra cobija?
Seguro que si hermana !!!
Una vez más el padre se levantó, lleno de amor y buena voluntad
para atender el pedido de la hermana.
Otra hora pasó, y una vez más, la hermana llamó al padre:
Padre..... El señor sigue despierto?
Si hermana!!! Y que necesitas
ahora?!
Es que no he podido dormir. Sigo con mucho frío!
Finalmente, entendiendo las intenciones de la Hermana,
el Padre entonces le dice:
Hermana, estamos aquí los dos solos, cierto?
Cierto contesta la Hermana!!
Lo que ocurre aquí, y lo que deba de ocurrir,
sólo nosotros dos lo sabremos y nadie mas, cierto?
- Cierto!
Entonces tengo una sugerencia....
¿¿Que tal si fingimos ser marido y mujer??
La hermana entonces se llenó de alegría en cama y dice:
SI!!!! SI!!!! Padre...!!!!!!!!
Entonces el padre cambia el tono de su voz y grita:
ENTONCES, DEJA DE JODER, PÀRATE!!!
Y TE LEVANTAS A BUSCAR, TU COBIJA DE MIERDA!!!!!!!!!
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