martes, 17 de julio de 2007

¿LLorar o festejar?

Dos torneos, dos resultados. ¿Será que a uno solo le puede ir bien?


El domingo se vieron dos caras de un mismo equipo. Por un lado, la selección Argentina mayor jugó la final de la Copa América contra un combinado brasilero que cuando su director técnico anunció la lista de los jugadores en la previa del inicio del torneo, muchos nunca imaginaron que llegara hasta donde los hizo, a tal punto de conseguir el título por segunda vez consecutiva. Pero esto es fútbol, y no se gana con nombres, sino con goles. Capas que eso fue lo que le dio un poco de confianza al equipo de Alfio Basile; su equipo era el mayor candidato a quedarse con el título por las actuaciones que venía trayendo.

Cuando empezó el partido, Brasil golpeó de entrada con un golazo de Julio Baptista, acción que influyó mucho en lo anímico en el equipo albiceleste. El partido no se destacó por el famoso “jogo bonito” brasilero ni por el buen control de pelota argentino, sino por las reiteradas faltas “verdeamarelhas” pero también su sólida defensa que parecía un “muro indestructible” para los fuertes desbordes de su rival. Al final del primer tiempo, el equipo carioca llegó al segundo gol a través un autogol de Ayala. Ese fue el análisis que se pudo hacer de la primera parte, que se vio mucho más reflejado en la segunda parte, con un Brasil más sólido en defensa y, para disminuirles las esperanzas a los argentinos, llego al tercer gol debido a un enorme contraataque que terminó Alves empujando la pelota al fondo del arco albiceleste. Así concluyó un partido que sorprendió a muchos en el resultado, pero que demostró que, aunque presente un equipo alternativo, con algunos nombres no reconocidos, el equipo dirigido por Dunga siempre una potencia.

Después de este torneo quedó demostrado que, a pesar de la derrota, Argentina y Brasil son las potencias de sudamericanas y que solo muy pocos equipos les pueden dar resistencia.

El otro lado de la moneda fue la Selección argentina sub 20, que otra vez le amargó un campeonato a los mexicanos y esta vez fue en los cuartos de final del mundial de Canadá en el que los argentinos ganaron 1 a 0 con gol de Morales y siguen demostrando que están para pelear nuevamente el campeonato, ya que lo ganaron también en Holanda, en el mundial anterior de la categoría.

En conclusión, la Selección argentina juvenil sigue demostrando que puede conseguir tranquilamente el bicampeonato, pero la mayor no gana un torneo desde la Copa América del año 1993… ¿Le falta explotar o solo es mala suerte?

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